Los mariscos son una parte importante de una dieta saludable. Incluye mariscos en su dieta por lo menos dos veces a la semana; la meta es consumir 8 onzas por semana. Algunos consejos pueden ayudarle a elegir el pescado fresco.
Vista previa de un marisco. |
Pescado entero
- Elija pescado que huela como el mar. El pescado fresco no debe despedir un olor fuerte.
- Verifique que los ojos del pescado luzcan brillantes y transparentes. Ojos sin brillo indican que el pescado ya es viejo.
- Busque pescado cuyas escamas estén brillantes y compactas.
- Elija pescado con carne firme. Debe ceder cuando se toca.
- Busque pescado con branquias de un rojo brillante.
Vista previa del Pescado. Imagen proporcionada por Mercedes P |
Pescado congelado.
El pescado congelado a menudo es una buena compra. Si usted vive mar adentro, probablemente el pescado congelado será menos costoso que el fresco. Hoy día, gran parte del pescado se congela a gran velocidad, sólo minutos después de haberlo pescado. Estos consejos pueden ayudarle a elegir pescado congelado:
- Verifique el empaque. Evite empaques holgados, dañados o rotos.
- Busque empaques a prueba de humedad. Los empaques sellados al vacío ofrecen la mayor protección en la preservación del pescado.
- Solamente elija pescado sin cristales de hielo. Cristales de hielo o escarcha sobre el pescado podría indicar que el pescado fue descongelado y vuelto a congelar; bien, que ha estado almacenado un largo tiempo.
- Evite cualquier pescado con señales de quemadura por congelamiento.